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27 de febrero de 2012

El extraño sujeto y la Barbie... (Savy)

Bien,  si al llegar a la estación, este lugar me había parecido lo bastante tranquilo, esa alucinación ya no existía. ¿Quién demonios era aquel sujeto? ¿Y qué hacía con aquella mujer en el baño de aquel club? «¿Tú qué crees? Jugando a las escondidas no creo.» Me espetó mi amiga la vocecita y tuve ganas de hacerla desaparecer para siempre. Sin embargo, sabía que cualquier intento sería pérdida de tiempo. Me mordí el labio inferior y sujeté con más fuerza mi bolso al sentir un escalofrío recorrer mi espalda… Y es que de solo pensar en él una extraña sensación me invadía. Nunca había sentido eso para con alguien que solo había visto un par de minutos. Aspiré hondo y apresuré mis pasos tras Bell.
De todas formas no importaba nada, ni siquiera aquel sujeto, yo tenía el presentimiento que nuestra estadía en Londres, ya fuera a corto o largo plazo, cambiaría nuestras vidas. Sobre todo por los desconocidos que nos habíamos topado en la calle. ¿Quienes eran? ¿Qué querían? Nos habían llamado «Bestias asquerosas.» Sabían que no éramos humanas, pero no quienes realmente. Era muy extraño. 
Suspiré y pasé un mechón de mi cabello tras mi oreja. Recién habíamos llegado a Londres y ya había más interrogantes de los que había acumulado durante toda mi vida.
-Ya deja de pensar en aquel tipo.
Pestañeé y detuve mi andar tras escuchar la voz de Bell.
-¿Qué tipo? -inquirí intentando sonar lo más inocente posible.
Sin embargo, mi sisar giró sobre sus pies y sus ojos se clavaron en los míos. Los cuales decían claramente: «-Confiésalo,  no mientas.»
-Sabes muy bien quien -espetó arrebatando la guía de mis manos-, no te hagas. -Abrí la boca para decir algo a mi favor, pero ella ya tenía la palabra nuevamente-. Además, es fácil saberlo… Sigues en la misma página de restaurantes, te estás mordiendo el labio inferior y…-Entrecerró los ojos-, tus mejillas están sumamente coloradas.
-¡No es cierto! -protesté sabiendo que seguramente tendría el rostro como un tomate en esos momentos.
-Claro que sí… -canturreó ella para seguir su camino. 


E iba a contradecirla otra vez, no obstante, sabía que sería en vano. Mi hermana me conocía mucho mejor que yo misma. Tanto que hasta a veces me asustaba en realidad. Pero no iba a ponerme a divagar sobre aquello. Así que relajé mi cuerpo y aspiré el aire fresco de la noche londinense. Quizás lo mejor sería olvidar a aquel tipo. Quizás solo había sido un encuentro de una única vez y jamás nos volveríamos a ver.
-Hay un motel a dos cuadras de aquí -murmuró entonces Bell haciéndome salir de mis pensamientos-. Nos quedaremos allí esta noche y mañana buscaremos un piso para alquilar.
-¿Eso quiere decir que nos quedaremos un tiempo?
Sabía que el júbilo se transmitía sin reparos en mi voz pero no me importaba. Quería que ella se diera cuenta cuán feliz me hacía aquella decisión.
-Sí -contestó asintiendo con la cabeza y sus cabellos color fuego se movieron delicadamente en el viento-. Es momento de establecernos una temporada. -Guardó la guía en su bolso-. Disfrutaremos de Londres -añadió.
-¿Vacaciones? -sonreí ampliamente.
-En tu idioma… -Lo pensó un momento y prosiguió-: Digamos que sí. -Rodó los ojos y yo solté una risa.
-¡Genial! -exclamé apresurando el paso.
-¡Espera, Savy! ¡Recuerda que…!
Pero corrí y atravesé la calle directo al motel, que con su cartel luminoso, ya lo había distinguido desde la cuadra anterior. Sinceramente, no quería escuchar a Bell. Sabía cuáles eran sus palabras. Eran las mismas que me decía en cada ciudad que nos quedábamos unos meses.
«Recuerda que no debemos llamar la atención. No somos personas comunes que se mudan, buscan empleos, estudian o hacen amigos. Nosotros escapamos, nos ocultamos e intentamos sobrevivir. Y así seguirá siendo por mucho tiempo. No lo olvides.»
Sonreí de lado y abrí la puerta principal del Motel. ¿Cómo olvidar que por mi culpa muchos habían sufrido? ¿Cómo olvidar que mi vida nunca tendría paz? No, nunca podría olvidarlo. -Buenas noches. -La recepcionista, con cara de barbie pero acento inglés, nos sonrió de forma tan falsa que tuve ganas de darme la vuelta y salir de allí.
-Una habitación -declaró Bell arruinando mis planes.
Hice un mohín y me crucé de brazos mientras mi sisar hacía el registro. Aquella noche había sido corta pero llena de adrenalina. Mi cuerpo pedía a gritos un descanso y mi garganta ardía. Cerré los ojos y pasé la lengua por la punta de mis colmillos. Dios… Era mejor no pensar. Tenía que mantener la calma y guardar fuerzas.
-Vamos -me susurró Bell tomándome del brazo y comenzamos a subir juntas la escalera hacia el primer piso.
-¿Crees que tenga jabón el baño? -pregunté para distracción de ambas. Porque ella también lo sentía. Percibía mi «malestar».
-Por la cantidad de cosas que tuve que firmar y lo que pagué espero que haya un jacuzzi.
Y entonces mi risa apagó el silencio.

4 personas no pudieron evitar espiarnos y decir::

Helena dijo...

Mas les vale no dejarme mucho tiempo esperando por mas ¬¬

Genial Savyyy!!!

Clyo dijo...

uuufs!!! Se me han acabado tan rápido las entradas u.u esperaba que haya mas... y cuando no, me invadió la tristeza u.u
Pero ya lo superé! y ahora quieroo mas!
En serio chicas y Kramer xD por favor escriban maaas!!! se los ruego!! ya los sigo, y pasare a visitarlos cada que suban capi, o cada que no para apurarlos xD
Genia Savi (eres mi favorita! pero shhhhh no se lo digas al demonio xD)
Besos!!!

H. Kramer dijo...

Pues métele presión a las señoritas, Clyo. Son ellas las que no escriben, niñas malas, jajaja.

Clyo dijo...

bhaaa!!! xq no escriben??? u.u
Escriban escriban!!!!! vaaamoooos!!!! que yo sufro!!!! u.u

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